Los videos y audios se han convertido en una parte común e integral de nuestra vida cotidiana moderna, especialmente en el ámbito legal y judicial. Sin embargo, debido a su naturaleza digital inherente, los vídeos y audios digitales son fácilmente manipulables mediante software especializado y técnicas avanzadas de edición, por lo que simplemente presentarlos ante un tribunal no garantiza automáticamente su autenticidad o validez legal. Los metadatos contenidos en un vídeo digital también son elementos críticos e importantes para determinar científicamente su autenticidad, integridad temporal y cadena de custodia.
En los procedimientos judiciales contemporáneos, el uso de vídeos digitales está ganando importancia exponencial en diferentes ámbitos legales, como casos penales, civiles, sociales, comerciales y administrativos complejos. Por lo tanto, es absolutamente esencial que un perito informático legalmente habilitado y técnicamente especializado realice un peritaje de videograbaciones profesional de todos los materiales audiovisuales presentados en un proceso judicial, ya que pueden ser fácilmente falsificados, manipulados o alterados mediante técnicas sofisticadas de deepfake, edición digital avanzada o modificación de metadatos.
Debido a todo lo anteriormente mencionado y considerando la evolución tecnológica actual, cuando se presenta un vídeo digital sin las debidas garantías técnicas y científicas, quien desea utilizarlo como evidencia probatoria tendrá que demostrar y probar su autenticidad mediante métodos forenses reconocidos. Es absolutamente necesario realizar un estudio forense completo de vídeos digitales para establecer científicamente su autenticidad e integridad, de lo contrario, la prueba puede ser fácilmente cuestionada, objetada o descartada por la contraparte o el tribunal.














